Nuestra caracterización ante las próximas elecciones al Parlamento de Cataluña y por tanto nuestro análisis de las circunstancias concretas a este respecto no ha cambiado desde la consulta celebrada el 9 de noviembre de 2014.
En ese momento ya denunciamos la manipulación y la dominación que la
burguesía efectúa sobre el "proceso independentista" que vive hoy
nuestra nación, esta dominación llevada a cabo por los mismos que niegan el
derecho a la autodeterminación de otros pueblos como Palestina y el Kurdistán,
en alianza con quienes niegan también el derecho de autodeterminación de la
nación catalana en su totalidad, o muestran como modelo el estado fascista de Israel, aquellos que siempre
han sido aliados y ahora se enfrentan ante la crisis capitalista por un reparto
más provechoso de sus beneficios, es decir; la burguesía catalana y española,
juegan con el sentimientos nacionales del pueblo catalán y enfrentan a la clase
trabajadora de todo el estado exaltando el chovinismo para que nuestra clase
quede muda e impasible ante el yugo del capitalismo.
Por otro lado vemos como los sectores autodenominados revolucionarios
refuerzan este chovinismo siguiéndole el juego a la burguesía y no hacen ningún
esfuerzo por romper con las corrientes burguesas que instrumentalizan el
movimiento nacional y lo hacen de nuevo títere de nuestros opresores. No
hay una fuerza obrera organizada que pueda realmente llevar a este movimiento
hacia los intereses de la clase obrera, hacia la victoria.
Se llenan la boca hablando de las elecciones burguesas como la herramienta
de emancipación de la clase trabajadora, como si dentro de la estructura
capitalista nuestros problemas encontraran solución, como si toda lucha de
liberación nacional aquí y en cualquier lugar del mundo fuera de forma
automática revolucionaria.
La subjetividad de este discurso, del discurso de que la independencia llevará de forma intrínseca un avance
significativo para la clase trabajadora catalana es de una banalidad
auténticamente insultante, el liderazgo de la clase trabajadora consciente ante
un proceso de liberación nacional será quien otorgue a éste de contenido
revolucionario y no la idealización sentimental de un país mejor.
Las elecciones burguesas sólo sirven para medir el índice de madurez de la
clase obrera, nunca servirán para nada más dentro del sistema capitalista, si
así fuera, si presentaran un peligro para la burguesía las elecciones no se
realizarían.
"Sólo los canallas o los bobos pueden creer que el proletariado debe
primero conquistar la mayoría en las votaciones realizadas bajo el yugo de la
burguesía, bajo el yugo de la esclavitud asalariada, y que sólo después debe
conquistar el poder. Esto es el colmo de la estulticia o de la hipocresía, esto
es sustituir la lucha de clases y la revolución por votaciones bajo el viejo
régimen, bajo el viejo poder." VI Lenin
Como marxistas-leninistas no podemos caer en esta trampa que se nos expone
ante los ojos como un espejismo creado por el oportunismo para que abandonemos
nuestras expectativas revolucionarias, en tanto no contamos con una opción que
represente al proletariado por sus justas aspiraciones de emancipación tanto de
clase y nacional no podemos si no denunciar esta farsa hipócrita que nos
ofrecen como solución. Este proceso a pesar de la buena voluntad de muchos
trabajadores que se ven reflejados lo abandera y dirige la burguesía catalana
aunque algunas organizaciones quieran hacer creer que no es así.
¡Contra
la farsa electoral del 27 de Septiembre, por el socialismo!
¡La lucha de clases el único camino hacia la libertad! ¡Sin opción obrera,
boicot a las elecciones burguesas!