La
organización trotskista Corriente Roja sacó a la luz el 20 de
septiembre un comunicado acompañado de una fotografía. La
fotografía corresponde a la concentración que se realizó en Sol, para denunciar la agresión imperialista que está sufriendo Siria
por parte del imperialismo norteamericano.
En
el comunicado se afirma que son los “estalinistas” y nombran al
PCE. Hemos de decir que cualquiera que conozca mínimamente a
Reconstrucción Comunista y su entorno y mire esa foto, puede ver a
la perfección que efectivamente no son militantes del PCE los que
salen en ella. La policía identificó a algunos de nuestros
militantes al finalizar la misma concentración, y así lo relatamos
en la crónica que publicamos en su
momento: http://blog.reconstruccioncomunista.org/2013/08/cronica-de-la-concentracion-contra-la.html
El
motivo del conflicto es que llegaron varios individuos lanzando
“vivas” a la intervención norteamericana, a la invasión de
Siria por un ejército extranjero. Ante esta provocación, y para
evitar mayores problemas, se les invitó, como puede verse en la
foto, a abandonar la concentración.
Hasta
aquí la realidad, fácilmente contrastable por cualquiera, nada que
ver con Stalin o con los “estalinistas”. Posteriormente, por
supuesto, nos referiremos a esta cuestión también.
Corriente
Roja, como buenos trotskistas, y siguiendo el ejemplo del delator de
comunistas británico Orwell, se dedica a publicar fotos de
militantes políticos, haciéndole el juego a la policía. Como
siempre, lo que no saben, los trotskistas se lo inventan.
Nuestro
posicionamiento político en el conflicto sirio es claro y nada
sospechoso de secundar a Al
Assad: http://blog.reconstruccioncomunista.org/2013/08/sobre-la-situacion-en-siria-con-los.html
Nos declaramos abiertamente en contra de la injerencia imperialista,
venga del bloque imperialista que venga, tanto si es del bloque
EEUU-UE y sus países satélites como si es del bloque imperialista
chino-ruso o de sus lacayos.
Nuestro
deber como leninistas es el de defender y apostar por nuestra línea
en los frentes, crecemos con la confrontación con los revisionistas,
presentando batalla ideológica en cada momento. Jamás hemos apoyado
a Al Assad. Para quien ambigüamente se posiciona con “el pueblo”
sin entrar en qué organizaciones lo dirigen es impensable un
posicionamiento anti-imperialista consecuente. Bajo la esquiva
retórica de Corriente Roja, en la que apoyan la “revolución” en
Siria, surge una pregunta obvia: ¿la revolución que está
realizando quién? ¿El pro-yankee Ejército de Liberación Sirio
(FSA)? ¿La “revolución” islámica que pretende ejecutar el
Frente Al Nusra (la filial de Al Qaeda en Siria)?
Es
de sobra conocido el posicionamiento histórico de los trotskistas,
agentes infiltrados del capital cuya única función es dinamitar el
movimiento revolucionario, apoyando todas las contrarrevoluciones
desde que fueran expulsados, por desviacionistas y revisionistas, del
PCUS.
No
situarse realmente con los Pueblos Sirio y Kurdo en este conflicto es
ser un contrarrevolucionario, es estar al servicio del imperialismo.
A
estos contrarrevolucionarios les gusta hablar mucho de libertad,
pero, ¿por qué no han nombrado ni una sola vez el drama de los
kurdos en Siria, reprimidos durante años por el reaccionario de Al
Assad al frente del Estado Sirio y, ahora, entre dos fuegos? ¿Por qué
no hablan de lo que sucede en Rojava, de la justa lucha de los kurdos
contra todo tipo de imperialismo y por la libertad de su pueblo?
Callan, porque temen todo lo que suene a revolucionario y permanezca
ajeno a su órbita, debido a la incapacidad del trotskismo para
dinamitarlo. Es más fácil apoyar a los lacayos del imperialismo
norteamericano.
Como
siempre, los trotskistas, al servicio de la burguesía, intentan
seguir con su fábula del “estalinismo”. Este término fue
acuñado por ellos y como tal es una herramienta que solo sirve para
demonizar el comunismo. Stalin fue un marxista-leninista ejemplar, la
dirección del PCUS fue una dirección colectiva, elegida por el
conjunto del Partido Comunista de la Unión Soviética en sus
Congresos, es decir, mediante el centralismo democrático.
Precisamente
es después de la muerte del camarada Stalin cuando los
revisionistas, en 1956, dan el golpe de estado en el XX Congreso del
PCUS, acabando con el socialismo en la URSS. Tras el golpe de Estado
perpetrado por los burócratas y los militares se implantó el
capitalismo de Estado, lo cual lleva al absurdo los argumentos de
Corriente Roja sobre la posición internacional del “estalinismo”,
cuando en la URSS gobernaban desde 1956 los revisionistas, que
fueron los sepultureros del socialismo.
Consecuencia
de perder la lucha ideológica fue la demonización del comunismo, lo
que ha conllevado a que gente que se autodenomina comunista reniegue
de la dictadura del proletariado, de los principios del
marxismo-leninismo, y, por supuesto, del camarada Stalin. Resulta
peculiar que aquellos a los que Corriente Roja llama “herederos de
Stalin” (PCE y PCPE) odien de igual manera la figura de Stalin,
renegando de su legado y aplicando de facto los principios de la
social-democracia. A pesar de que desde algunos partidos
revisionistas se rinda “culto a la figura de Stalin” no deja de
ser por mero folklore, desechando la incuestionable labor teórica y
práctica que Stalin dejó en la ciencia del marxismo-leninismo. Son
tan revisionistas y contrarrevolucionarios como lo son los
trotskistas, como decía Hoxha: un comunista que en la época actual
no defiende a Stalin es un cobarde.
Nosotros
sí reivindicamos el legado de Stalin, y estamos orgullosos de
nuestra historia. Corriente Roja afirma que ellos se consideran los
herederos de Trotsky, Klement
y de Munis. Nosotros lo somos de Stalin, de Hoxha, de Jose Díaz, de
Kirov y de todos aquellos camaradas anónimos que combatieron al
trotskismo, como la desviación ideológica revisionista y
contrarrevolucionaria que es. Los asesinos de Kirov solo merecen
acabar como acabaron Trotsky y compañía. Reivindicamos la lucha
emprendida en el pasado por todos aquellos marxistas-leninistas a los
que no les tembló el pulso a la hora de ajusticiar a Trotsky, Nin y
el resto de estos contrarrevolucionarios agentes del capital. En el
futuro, cuando las contradicciones se agudicen y la lucha de clases
se acentúe, a nosotros tampoco nos temblará.
Reconstrucción Comunista Septiembre 2013