lunes, 27 de enero de 2014

Artículo MLKP sobre la I Conferencia sobre Cuestión Nacional y Partido de Reconstrucción Comunista

Artículo del MLKP
Celebrada con éxito  la I Conferencia de Delegados (“Cuestión nacional y construcción del Partido Comunista”)

Recientemente los camaradas de Reconstrucción Comunista realizaron la Primera Conferencia de Delegados, en torno a los temas de la Cuestión Nacional y la construcción del Partido Comunista. Ambas cuestiones son esenciales para los comunistas españoles en su trabajo ideológico y práctico. Por una parte, porque la cuestión nacional, y concretamente la opresión de los diferentes pueblos que residen en el territorio del Estado español, viene acompañada de una enorme represión y continúa sin resolver. Por otra parte, porque allí no existe un partido comunista basado firmemente en los principios fundamentales del marxismo-leninismo y que los lleve a la práctica, que aplique el centralismo democrático como principio organizativo, y que no se vea hundido en el revisionismo y en el legalismo. Los delegados discutieron los temas mencionados mediante dos documentos.

En el primer documento aprobado por la Conferencia los delegados aclararon que no existe ninguna “nación española”, ni tampoco un “pueblo español”, sino que la clase dominante  castellana sometió a los demás pueblos, unificando los territorios en los que vivían aquellos en un Estado español. Por ello, no existe un idioma “español” ó una propia cultura  “española”. El idioma que en la actualidad se habla en el Estado español, y en gran parte de América Latina, es el castellano, es decir, el idioma del pueblo castellano. La “cultura española”, hoy en día muy aireada por la burguesía, es una mezcla artificial de las culturas de las varias naciones y pueblos que habitan en el territorio español. A pesar de incontables esfuerzos durante varias décadas, la burguesía castellana nunca ha llegado a asimilar los diferentes idiomas de los pueblos del Estado, que hoy son reconocidas  en su mayoría como segundas lenguas oficiales y, al menos, son enseñadas en la escuela.

La I Conferencia resolvió, basándose en los criterios de Stalin sobre la cuestión nacional, reconocer los siguientes pueblos que viven en el Estado español: el pueblo castellano, los pueblos de los Países Catalanes, el pueblo de Aragón, y los pueblos vasco, gallego, asturiano, andaluz y canario. Y, además, las naciones de Cataluña, Euskal Herría y Galicia. Los movimientos de liberación hoy existentes en esas tres naciones fueron caracterizados por los delegados como burgueses, liderados por la respectiva burguesía nacional y bajo la tutela de algunos Estados imperialistas y de la Unión Europea. Así, se consideró la escisión de alguna de esas tres naciones, hoy en día, como un paso hacía el debilitamiento de la lucha de clases orientada a desarticular el Estado español, y hacía el fortalecimiento de las respectivas burguesías nacionales, resaltando al mismo tiempo la defensa del derecho de las naciones a su autodeterminación. Como meta estratégica, se resolvió como objetivo una republica popular socialista y federal, pues solo en el socialismo los pueblos pueden desarrollarse libremente, según constataron los delegados unánimemente.

En el segundo documento, sobre el Partido Comunista, los delegados trataron una de las tareas más urgentes: la construcción de un Partido Leninista de Nuevo Tipo. Lo fundamentaron en la actualidad caracterizada por el imperialismo, el carácter  imperialista del Estado español, y los principios elaborados por Lenin y Stalin. Los delegados destacaron especialmente la actualidad de esta tarea, defendiéndola contra los numerosos ataques por parte del campo anticomunista. Además de marcar distancias de la forma mas radical  con cualquier variedad de revisionismo y reformismo, califican al centralismo democrático (ante todo, la subordinación de la minoría a la mayoría, el principio de la disciplina consciente y la prohibición de las fracciones) como modelo organizativo de Reconstrucción Comunista, y detallan su aplicación en la práctica de la organización. Además, destacaron la importancia de la lucha coordinada y conjunta de los Partidos Comunistas del mundo, constatando la necesidad de una nueva Internacional Comunista, algo urgente desde 1956. Para el territorio del Estado español, Reconstrucción Comunista tiene como objetivo la unidad de los marxistas-leninistas, que quiere lograr a través de la lucha ideológica y de la praxis conjunta.

Tras la discusión de estos dos documentos, caracterizada por una buena preparación, un alto nivel político y  disciplina, fueron aprobadas numerosas resoluciones relacionadas, sobre todo, con los problemas, las tareas y el papel de la juventud, así como con las diferentes formas del revisionismo y sus efectos. Se aprobó además una resolución de solidaridad con la lucha de liberación del pueblo kurdo en Rojava (Kurdistán Occidental) y contra cualquier intervención imperialista en Siria.

Es de destacar en particular la notable voluntad de los delegados de desarrollar y consolidar la organización a través de la Conferencia, algo que fue resaltado también por el Secretario General en su comentario final. Los delegados, en su mayoría muy jóvenes, actuaron con una elevada conciencia, responsabilidad y disciplina.

Participó también una delegación del MLKP y de comunistas alemanes. Los delegados del MLKP saludaron a la Conferencia y emitieron, en nombre de su partido, sus consideraciones sobre los dos temas discutidos, destacando una vez más su importancia. Igualmente, los camaradas de Alemania dirigieron unas palabras de saludo a la Conferencia. Ambas intervenciones fueron ovacionadas por los delegados. Como final de esta Conferencia totalmente exitosa, que transmite un mensaje de lucha al movimiento por parte de los camaradas de Reconstrucción Comunista, se cantó la Internacional en varios idiomas.