Artículo del MLKP
Celebrada con éxito
la I Conferencia de Delegados (“Cuestión nacional y construcción del
Partido Comunista”)
Recientemente los camaradas de Reconstrucción Comunista
realizaron la Primera Conferencia de Delegados, en torno a los temas de la
Cuestión Nacional y la construcción del Partido Comunista. Ambas cuestiones son
esenciales para los comunistas españoles en su trabajo ideológico y práctico.
Por una parte, porque la cuestión nacional, y concretamente la opresión de los
diferentes pueblos que residen en el territorio del Estado español, viene
acompañada de una enorme represión y continúa sin resolver. Por otra parte,
porque allí no existe un partido comunista basado firmemente en los principios
fundamentales del marxismo-leninismo y que los lleve a la práctica, que aplique
el centralismo democrático como principio organizativo, y que no se vea hundido
en el revisionismo y en el legalismo. Los delegados discutieron los temas
mencionados mediante dos documentos.
En el primer documento aprobado por la Conferencia los
delegados aclararon que no existe ninguna “nación española”, ni tampoco un
“pueblo español”, sino que la clase dominante
castellana sometió a los demás pueblos, unificando los territorios en
los que vivían aquellos en un Estado español. Por ello, no existe un idioma
“español” ó una propia cultura “española”. El idioma que en la actualidad se
habla en el Estado español, y en gran parte de América Latina, es el
castellano, es decir, el idioma del pueblo castellano. La “cultura española”,
hoy en día muy aireada por la burguesía, es una mezcla artificial de las
culturas de las varias naciones y pueblos que habitan en el territorio español.
A pesar de incontables esfuerzos durante varias décadas, la burguesía
castellana nunca ha llegado a asimilar los diferentes idiomas de los pueblos
del Estado, que hoy son reconocidas en
su mayoría como segundas lenguas oficiales y, al menos, son enseñadas en la
escuela.
La I Conferencia resolvió, basándose en los criterios de
Stalin sobre la cuestión nacional, reconocer los siguientes pueblos que viven
en el Estado español: el pueblo castellano, los pueblos de los Países
Catalanes, el pueblo de Aragón, y los pueblos vasco, gallego, asturiano,
andaluz y canario. Y, además, las naciones de Cataluña, Euskal Herría y
Galicia. Los movimientos de liberación hoy existentes en esas tres naciones
fueron caracterizados por los delegados como burgueses, liderados por la
respectiva burguesía nacional y bajo la tutela de algunos Estados imperialistas
y de la Unión Europea. Así, se consideró la escisión de alguna de esas tres
naciones, hoy en día, como un paso hacía el debilitamiento de la lucha de
clases orientada a desarticular el Estado español, y hacía el fortalecimiento
de las respectivas burguesías nacionales, resaltando al mismo tiempo la defensa
del derecho de las naciones a su autodeterminación. Como meta estratégica, se
resolvió como objetivo una republica popular socialista y federal, pues solo en
el socialismo los pueblos pueden desarrollarse libremente, según constataron
los delegados unánimemente.
En el segundo documento, sobre el Partido Comunista, los
delegados trataron una de las tareas más urgentes: la construcción de un
Partido Leninista de Nuevo Tipo. Lo fundamentaron en la actualidad caracterizada
por el imperialismo, el carácter imperialista del Estado español, y los
principios elaborados por Lenin y Stalin. Los delegados destacaron
especialmente la actualidad de esta tarea, defendiéndola contra los numerosos
ataques por parte del campo anticomunista. Además de marcar distancias de la
forma mas radical con cualquier variedad
de revisionismo y reformismo, califican al centralismo democrático (ante todo,
la subordinación de la minoría a la mayoría, el principio de la disciplina
consciente y la prohibición de las fracciones) como modelo organizativo de
Reconstrucción Comunista, y detallan su aplicación en la práctica de la
organización. Además, destacaron la importancia de la lucha coordinada y
conjunta de los Partidos Comunistas del mundo, constatando la necesidad de una
nueva Internacional Comunista, algo urgente desde 1956. Para el territorio del
Estado español, Reconstrucción Comunista tiene como objetivo la unidad de los
marxistas-leninistas, que quiere lograr a través de la lucha ideológica y de la
praxis conjunta.
Tras la discusión de estos dos documentos, caracterizada por
una buena preparación, un alto nivel político y disciplina, fueron aprobadas numerosas
resoluciones relacionadas, sobre todo, con los problemas, las tareas y el papel
de la juventud, así como con las diferentes formas del revisionismo y sus
efectos. Se aprobó además una resolución de solidaridad con la lucha de
liberación del pueblo kurdo en Rojava (Kurdistán Occidental) y contra cualquier
intervención imperialista en Siria.
Es de destacar en particular la notable voluntad de los
delegados de desarrollar y consolidar la organización a través de la
Conferencia, algo que fue resaltado también por el Secretario General en su
comentario final. Los delegados, en su mayoría muy jóvenes, actuaron con una
elevada conciencia, responsabilidad y disciplina.
Participó también una delegación del MLKP y de comunistas
alemanes. Los delegados del MLKP saludaron a la Conferencia y emitieron, en
nombre de su partido, sus consideraciones sobre los dos temas discutidos,
destacando una vez más su importancia. Igualmente, los camaradas de Alemania
dirigieron unas palabras de saludo a la Conferencia. Ambas intervenciones
fueron ovacionadas por los delegados. Como final de esta Conferencia totalmente
exitosa, que transmite un mensaje de lucha al movimiento por parte de los
camaradas de Reconstrucción Comunista, se cantó la Internacional en varios
idiomas.