La situación en
Ucrania tras la huida del reaccionario de Yanukovich a Rusia no ha hecho más
que empeorar. Se ha producido un auténtico golpe de estado por parte de las
fuerzas políticas lacayas de los imperialismos norteamericano y europeo con el
apoyo de las organizaciones fascistas, que están cometiendo un verdadero
genocidio por toda Ucrania.
El Maidan, que
supuestamente era un movimiento de regeneración democrática, demostró que
estaba financiado y formaba parte de la estrategia imperialista Europea de
expansión hacia el este. Tras la toma de poder han procedido, aprovechando los
conflictos en el oeste del país, a iniciar una campaña de privatizaciones y
recortes que está destruyendo y robando las riquezas del país.
A su vez, la
represión ha alcanzado límites insospechables: se usa a los fascistas para
ajustes de cuenta terroristas contra las fuerzas progresistas, como por ejemplo
lo ocurrido el pasado día 2 de Mayo en Odessa, un crimen imperdonable que los
medios de comunicación occidentales han omitido, para así restarles
importancia, como los asesinatos que son.
Por otro lado nos
encontramos con el imperialismo ruso, que ya se ha anexionado Crimea y planea
hacer caer al gobierno lacayo surgido del Maidan para poner un gobierno prorruso
o, en el peor de los casos, anexionarse el este de Ucrania.
Como ha quedado demostrado, la necesidad de
protección de la población civil del este de Ucrania es algo que no entra en la
agenda del imperialismo ruso. Putin y su corte de oligarcas pidieron el
aplazamiento del referéndum de autodeterminación celebrado en Donetsk y Lugansk
tras reunirse con la OSCE, demostrando que priman sus intereses geoestratégicos
antes que la emergencia antifascista. La "supuesta" pasividad de Rusia
es una excusa para legitimarse ante el genocidio y teledirigir el proceso de liberación
nacional.
En Ucrania no se
está librando una guerra revolucionaria de Rusia contra los imperialismos
clásicos: Ucrania es el escenario de lucha entre dos imperialismos que van a
devastar aún más el país. Rusia no es la solución, Rusia es un país
imperialista que reprime a los revolucionarios igual que sus adversarios, Rusia
no traerá la libertad a nadie, y menos mientras no la consigan primero los
propios rusos en su propio país.
La única solución
revolucionaria es enfrentarse a ambos imperialistas, resistir las andanadas de
ambos bloques imperialistas liberando el este de Ucrania de la influencia del
imperialismo Ruso, repeler la ofensiva militar de los títeres del gobierno
autoproclamado del Maidan y derrocar su gobierno. Cerrando de una vez la
expansión de la Unión Europea a través de Ucrania, instaurando un nuevo
gobierno popular que unifique a todo el Pueblo Ucraniano. Conquistar la
libertad como ya hicieron en 1945: aplastando a los fascistas.
Recordemos que no
solo se lucha en el este de Ucrania, todos los días mueren revolucionarios
asesinados en toda Ucrania.
Desde aquí queremos
manifestar nuestro apoyo para rechazar la ofensiva militar del ejército
Ucraniano. Las fuerzas populares han de repeler al enemigo, venga de un sitio o
de otro. El objetivo no es ser parte de Rusia, el objetivo es derrocar al
gobierno e implantar un verdadero gobierno revolucionario.
La lucha por el
socialismo es una necesidad en Ucrania si el país no quiere desaparecer y el
pueblo verse dividido.
¡Viva la Resistencia en Ucrania!
¡Resistencia activa contra todo tipo de
intromisión imperialista!
¡Solidaridad con la lucha por la liberación
nacional y social de la clase obrera y de las masas populares en Ucrania!
Reconstrucción Comunista Mayo
2014