sábado, 28 de junio de 2014

Comunicado sobre el 28 de Junio, día por la liberación LGBTI

El  28 de Junio es un día para reclamar la libertad de todas las identidades y opciones sexuales. Un día que debemos siempre tener presente en nuestra lucha contra la opresión de género, contra el patriarcado, columna vertebral del capitalismo. El orden social patriarcal oprime, coacciona y condiciona a toda sociedad que se rija por éste, por lo que esta causa no es una cuestión que solo deba preocupar a aquellas personas que desarrollan y reivindican opciones sexuales disidentes (no heterosexuales). La clase obrera no se divide en pequeños sectores según identidades sexuales, algunos de los cuales puedan vivir en paralelo y ajenos a las condiciones estructurales del patriarcado que configuran, en parte, nuestro modo de existencia y nuestras relaciones sociales.
El reformismo, la lucha parcial por concesiones mínimas para el colectivo LGBTI, no es el reflejo de una voluntad verdaderamente transformadora: solo sirve para fagocitar el potencial revolucionario de muchos sectores de la clase obrera, para hacer que sus identidades sexuales queden encajadas en el sistema capitalista patriarcal y sacar rédito, a través de estas pequeñas concesiones (que en absoluto hacen tambalearse al orden social patriarcal que sustenta al capitalismo), perpetuando la opresión de género. Solo hay que ver la forma como se han canalizado las legítimas demandas de libertad sexual: las calles de todas las ciudades se llenan cada 28 de Junio de “orgullo”, ocio, drogodependencia y fiesta, quedando la reivindicación y la combatividad en mera anécdota. Estas “reivindicaciones” parciales dejan de ser una molestia para el sistema cuando son canalizadas en favor del interés del capitalismo sustentado por el patriarcado: el capitalismo se reinventa aprovechando estas reivindicaciones. Ejemplo de ello es el mercado específico creado para sectores sociales con identidades sexuales disidentes de la heterosexual, como el de los productos eróticos gay-lésbico-trans, los locales de ocio “de ambiente”, la imposición práctica del matrimonio como forma de unión afectiva entre homosexuales, bien para elevar su bajo estatus, bien para lograr determinadas prestaciones sociales, etc.
De nada sirven los logros provenientes desde las instituciones del Estado burgués, como la ampliación de ciertos derechos civiles para sectores menos privilegiados como los no heterosexuales o la aparente mayor tolerancia hacia los homosexuales (como si acaso las opciones sexuales hubieran de “tolerarse”). Dichas soluciones parciales no son en realidad soluciones por cuanto generan nuevos problemas (el aumento de la estigmatización y la homofobia-transfobia, la reclusión en “guettos” sociales de estos sectores, etc.), además de que refuerzan el control del Estado burgués con medidas desmovilizadoras y estupefacientes. Es un contrasentido justificar la reivindicación sexual y feminista en el contexto de la moralidad burguesa, pues dichas posiciones solo favorecen a la reacción.
La única solución es la lucha total, y no parcial, contra el Estado burgués. Solo una organización fuerte y consciente desde la clase obrera, la clase revolucionaria, puede combatir al Estado burgués. Toda opción que no suponga esta lucha total estará del lado de la reacción, también en lo que respecta al mantenimiento del viejo orden patriarcal.

¡Contra la opresión de género y sexual, combatamos el capitalismo patriarcal!

Reconstrucción Comunista                                                    Junio 2014