martes, 8 de agosto de 2017

Sobre el imperialismo en Corea.



Cada poco tiempo salen en los medios de comunicación maniobras militares tanto por parte del gobierno de Seúl en colaboración de los EE.UU, como por parte de Corea del Norte. La última de ellas, muy reciente, cuando la prueba de un misil balístico desde Corea del Norte pudo haber alcanzado las aguas bajo el control de Japón, el cual ha movilizado su gabinete de gobierno y el de Corea del Sur, en pos de justificar la militarización de la zona. Aunque la propaganda al servicio de Washington y Pekín, en uno u otro sentido, presenta la guerra a los pueblos como inminente tras cada nuevo paso de sus enemigos, creemos que como en otras ocasiones servirá únicamente para reforzar las sanciones económicas por parte de EE.UU y sus aliados.


Nuestro Partido no fundamenta sus posiciones políticas por las banderas de los diferentes estados o su simbología, mucho menos por la palabrería de sus líderes.

Nuestra posición en relación a un posible conflicto imperialista no partirá jamás de las estrechas miras de los revisionistas patrios, donde hay agresores y víctimas. Al igual que ningún leninista entendería la IGM como la resistencia del pueblo de Serbia y la solidaridad rusa del zarismo ante el imperio Austro-Húngaro, posicionarse con Corea del Norte, tildando lo que sucede allí desde hace décadas como agresión imperialista contra el pueblo, contra una nación, es en términos de la moral comunista, como poco, cuestionable. Pero más importante si cabe, en términos políticos, es el oportunismo, ya que ejerce de zapa del verdadero internacionalismo proletario, frenando el apoyo y la solidaridad de la clase obrera en España con el pueblo de la península de Corea, que cada vez despierta más contra el yugo del capital financiero, sea chino o estadounidense, y ansían la verdadera libertad e independencia sobre la base del socialismo.

"La democracia contemporánea, decía, sólo será fiel a sí misma si no se suma a ninguna burguesía imperialista, si se declara que "tan pésima es una como otra" y si desea en cada país la derrota de la burguesía imperialista. Toda otra solución será, de hecho, una solución nacional-liberal, y no tendrá nada en común con el verdadero internacionalismo" Lenin, obras ed albanesa,t 21, págs 145-146

Los oportunistas, cuando prestan su apoyo al Estado de Corea del Norte, que no a su pueblo, no lo hacen en favor de las masas obreras o campesinas, sino de la burocracia acomodada por la dinastía Kim. ¿Qué diferencia hay entre un jeque de Arabia Saudí y ellos? Más allá de las diferencias culturales, ambos son los burgueses y latifundistas vendidos al extranjero dentro del propio país al servicio del el capital financiero. De otra forma, sin parásitos como Kim Jon Un, su dominación vacilaría aún más. Por mucho que el revisionismo norcoreano pueda durante un cierto tiempo predicar la abolición de las clases a partir de ofrecer ridículas concesiones, como lo hace en mayor medida el estado de bienestar en Europa, es incapaz de amortiguar la lucha de clases aunque sea su intención. Es ingenuo pensar que los campesinos pobres o los obreros de las fábricas industriales en zonas francas, explotados abiertamente por el imperialismo, con la tradición de lucha y resistencia, no organizarán su propia herramienta política; el Partido Comunista y así lucharán por organizar su propio poder.

Los comunistas fundamentamos nuestros juicios, análisis y políticas en los hechos y no en las palabras. Entendemos que nuestra posición parte de la economía política marxista, el materialismo dialéctico y el materialismo histórico, analizamos las relaciones sociales de producción que se fundamentan en la explotación del capital sobre el trabajo, el papel de china que monopoliza sus importaciones y exportaciones haciéndole dependiente, además de ser su principal manera de encontrar divisas en el mercado internacional y de financiar su deuda. Alejados del folclore y los reality shows de Cao de Benós, enseñando parques de atracciones y hospitales sin pacientes, la realidad de Corea del Norte no puede ser otra que la de un país semidependiente en el campo del imperialismo y no el de la revolución.

Afirmamos que si los imperialistas inician una guerra, el PML (RC) tratará a ambos bloques como lo que son, imperialistas, manifestándose contra la guerra y llamando a la clase obrera a levantarse contra estos, sean del bloque imperialista que sean. Lejos de tomar una posición centrista actuaremos de manera coherente como marxistas-leninistas y denunciaremos que bajo la idea Juche solo se oculta el capitalismo de estado. Lejos de maniobrar de manera Ni-Ni actuaremos como internacionalistas consecuentes apoyando las luchas por la liberación nacional, la democracia y el socialismo de los pueblos de Asia de todas las maneras que estén a nuestro alcance, como nuestra actividad ha demostrado ya con anterioridad.

¡VIVA EL INTERNACIONALISMO PROLETARIO! ¡VIVA LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA!