Antes de empezar nos gustaría analizar brevemente los tipos de ideas y teorías
sociales y cómo deben surgir:
“Pero hay diferentes ideas y teorías sociales. Hay
ideas y teorías viejas, que han cumplido ya su misión y que sirven a los
intereses de fuerzas sociales caducas. Su papel consiste en frenar el
desarrollo de la sociedad, su marcha progresiva. Y hay ideas y teorías nuevas,
avanzadas, que sirven a los intereses de las fuerzas de vanguardia de la
sociedad. El papel de éstas consiste en facilitar el desarrollo de la sociedad,
su marcha progresiva, siendo su importancia tanto más grande cuanto mayor es la
exactitud con que responden a las exigencias del desarrollo de la vida material
de la sociedad.
Las nuevas
ideas y teorías sociales sólo surgen después que el desarrollo de la vida
material de la sociedad plantea a ésta nuevas tareas.”
Sobre el Materialismo histórico y el Materialismo
Dialéctico. J.Stalin.
Este fragmento nos viene muy bien para introducir el
tema: Unas ideas pueden ser muy revolucionarias en un momento concreto, durante
una época histórica y convertirse después en ideas que sustentan a la reacción.
Como ejemplo más característico podríamos nombrar las ideas liberales de la
burguesía, que durante el paso del feudalismo al capitalismo fueron
revolucionarias, y que posteriormente, cuando se implantó el modo de producción
capitalista, se convirtieron en la piedra angular de la reacción. Esto sucede cuando las ideas que auparon al
poder a la burguesía dejan de representar a la mayoría de sectores de la
población, es decir, cuando dejan de ser revolucionarias, entendiendo por este
término el carácter “transformador” de las mismas.
Muchos de los promotores del socialismo del siglo XXI
y otros “pensadores” de otras tendencias dicen que el Marxismo-Leninismo
cumplió su fase histórica, y que igual que el liberalismo cumplió su papel y ya
no tiene sentido, se ha convertido en
algo atrasado y arcáico. No hace falta
mucha imaginación para entender que estas posiciones anti marxistas sólo ayudan
al campo de la reacción y de la burguesía pues el papel revolucionario y transformador
del Marxismo Leninismo es cada vez más aceptado y comprendido por los sectores
aventajados del movimiento obrero.
A lo que nosotros les contestamos de forma firme y
enérgica: el marxismo-leninismo surge como ideología del Partido de vanguardia
de la clase obrera, una teoría que sirve a los intereses de las fuerzas de
vanguardia de la sociedad, adaptada a las exigencias del desarrollo de la vida
material de la sociedad. Por esto el marxismo-leninismo sigue vigente, porque
sigue sirviendo hoy en día a esa vanguardia de la sociedad, sigue respondiendo
a las exigencias de las que
hablábamos antes del desarrollo de la sociedad.
Además algunos de estos grandes utopistas se presentan
como grandes pensadores que han incluso evolucionado o adaptado el marxismo a
los tiempos de hoy, cuando en realidad
es una bonita caricatura del marxismo la que realizan, ¿Cuáles son esos
tiempos de hoy?, quizás nos equivoquemos, pero ¿acaso no vivimos en una época
de concentración de capitales en cada vez menos manos?, ¿no vivimos un nuevo
reparto del mundo por parte de los países imperialistas?, y decimos “nuevo”
porque el mundo ya estaba repartido, y para hacerlo ahora tienen que hacer
guerras de rapiña para robarse recursos
y expoliarse unos a otros, ¿no
hay conflictos entre los bloques imperialistas, entre las propias potencias
imperialistas?, si es la descripción exacta del momento en que vivimos, es lo
que afirmó Lenin sobre la fase (la última) del capitalismo en la que nos
encontramos, el imperialismo, por lo tanto nos encontramos con la misma fase
histórica, con las mismas circunstancias que dieron las condiciones para que surgiera la teoría
Marxista-Leninista. Algunos dirán que las cosas han cambiado debido a la
globalización, le están poniendo otro nombre e intentando prostituir los
contenidos, lo que ellos llaman globalización no es más que el proceso natural
de agudización del imperialismo. Pero
no partir de los hechos materiales concretos después de estudiarlos y
conocerlos, como hacen estos pensadores utopistas, es partir de la base de que
la fuerza transformadora en la sociedad son las ideas, y cuanto más
innovadoras, frescas y transgresoras sean, mejor y más se venderán. En su
enorme tergiversación y demagogia, los utopistas, llegados a este punto en el
que son desenmascarados como los charlatanes que en realidad son, usarán los
manidos y típicos tópicos de que, en verdad, somos unos rígidos y ortodoxos
dogmáticos.
Por lo tanto, si nos encontramos en la misma fase
histórica, y el marxismo-leninismo sigue dando las respuestas a las
circunstancias que se nos presentan, ¿Cómo se llama lo que hacen estos señores autoproclamados nuevos ideólogos? Se
llama, y se ha llamado así desde hace décadas, REVISIONISMO. Son los mismos
revisionistas de hace 100 años, defienden las mismas tesis aunque intenten
poner caras nuevas a sus viejas ideas, y siguen cumpliendo su función de zapa
al movimiento comunista. Más bien
cabría hablar, muy al contrario de la tesis que las tilda de “nuevas ideas”, de
“nuevas tácticas de la burguesía” para llevar a cabo esa labor de zapa al
movimiento revolucionario y consciente.
“El fracaso de
los utopistas, incluyendo entre ellos los populistas, los anarquistas y los
socialrevolucionarios, se explica, entre otras razones, porque no reconocían la
importancia primordial de las condiciones de vida material de la sociedad en
cuanto al desarrollo de ésta, y, cayendo en el idealismo, erigían su actuación
práctica, no sobre las exigencias del desarrollo de la vida material de la
sociedad, sino, independientemente de ellas y en contra de ellas, sobre
"planes ideales" y "proyectos universales", desligados de
la vida real de la sociedad.
La fuerza y la vitalidad del marxismo-leninismo
estriban precisamente en que toma como base para su actuación práctica las exigencias
del desarrollo de la vida material de la sociedad, sin desligarse jamás de la
vida real de ésta.”
Sobre el Materialismo histórico y el Materialismo
Dialéctico. J.Stalin.
Cuando estos “grandes y magnánimos” ideólogos hablan
del mundo globalizado, de que el Partido, y por supuesto “la vieja idea” de Partido único, ya no tiene
sentido, de un “nuevo” socialismo más democrático inspirado en Bolívar,
que lo importante es el movimiento, que la clase obrera ya no existe, y te
hablan del precariado, de la masa y del imperio, están basándose para teorizar
sobre todas estas cosas, como decía Stalin, en planes ideales, en lo que
debería ser para ellos, sin tener en cuenta las circunstancias materiales, el
momento histórico en el que están viviendo. Creen en proyectos universales,
como el socialismo del siglo XXI que inundará el mundo, cuando ha sustituido la
ideología por consignas populistas y la concepción materialista por la
concepción idealista más burda. Estos
charlatanes lo único que consiguen es caricaturizar la verdadera esencia del
Marxismo Leninismo, del socialismo científico, al despojar sus teorías de todo
análisis de la situación concreta.
“El alma del marxismo es el
análisis concreto de la situación concreta”
Lenin
No aportan nada nuevo, es más, intentan exportar ideas
que han fracasado históricamente, pero ya no en la práctica, sino en la teoría,
ya que fueron superadas a finales del siglo XIX. No dan respuestas a los
problemas de la fase histórica actual, por lo tanto son ideas anticuadas,
disfrazadas de algo nuevo, pero inservibles para transformar absolutamente nada.
Como decíamos antes, es por esto
que solo sirven para frenar el desarrollo de la sociedad, como una herramienta
de la reacción para mantenerse en el poder y debilitar y dividir el movimiento
revolucionario. Lo que convierte a una
clase en revolucionaria es que mientras dure su etapa histórica, sus intereses
como clase tienen y deben coincidir con aquellos intereses generales de la
sociedad, cosa que estos señores, con sus ideas, no realizan.
Como muy bien decía Stalin, la fuerza, vitalidad y, nosotros añadimos, actualidad del
marxismo-leninismo está en su carácter científico, en que toma como base para su actuación práctica
las exigencias del desarrollo de la vida material de la sociedad, sin
desligarse jamás de la vida real de ésta y no en intereses propios y ajenos a la clase revolucionaria en esta
época histórica, la única que porta en sus entrañas un mundo nuevo: el
proletariado.
Juan Mesana García.
Enrique Machado Heras.
RECONSTRUCCIÓN COMUNISTA
DICIEMBRE 2012