En la madrugada del 10 de Enero, fueron hallados en París los cuerpos sin vida de tres reconocidas militantes revolucionarias kurdas, con muestras claras de haber sido asesinadas a tiros.
La Federación de Asociaciones del Kurdistán en Francia ha calificado las muertes directamente de una "ejecución de Turquía", según ha declarado el representante Leon Edart, quien, asimismo, ha pedido a las autoridades franceses que hagan todo lo posible por encontrar a los responsables del asesinato de las tres mujeres. Cada una de ellas tenía una bala en la cabeza, lo que llevó a la policía francesa a comunicar que se trató de "una ejecución preparada".