En el día donde la burguesía esperaba añadir una victoria más que perpetuase su dominación de clase, han surgido voces que pretendían lo contrario: concienciar a la clase obrera de la verdadera cara de las elecciones europeas. Decir esto es hablar de guerras de rapiña imperialistas, de dictadura del capital y de la continuación de la precariedad para la clase obrera. Esa situación insostenible está motivada por una profunda crisis del capitalismo en su fase imperialista. La burguesía es consciente de que la clase obrera está despertando y la mejor manera de mantenerla dormida es mediante su fingida "democracia" que apacigüe, junto con los medios de comunicación, el descontento de nuestra clase. Dado que el deber revolucionario excede la abstención y debe centrarse en concienciar a los otros del porqué de nuestra actitud respecto a las elecciones ilegítimas del parlamentarismo burgués, se ha realizado una campaña por la abstención activa a nivel estatal. Pintadas, carteles, pancartas, manifiestos y demás se han hecho ver en diversos puntos del Estado para expresar una postura revolucionaria que a menudo carece de voz.
